Hablar de deseo sexual femenino sigue siendo un tema delicado, pero cada vez más mujeres buscan soluciones para recuperar el control de su bienestar sexual, especialmente después de la menopausia. Una de las opciones que se barajan en esta etapa es la terapia con testosterona. Pero ¿es realmente eficaz y segura?
¿Cómo funciona la testosterona en el cuerpo femenino?
Aunque la testosterona suele asociarse con los hombres, esta hormona también juega un papel fundamental en el cuerpo femenino. En las mujeres, está relacionada con el deseo sexual, la energía, el estado de ánimo y el mantenimiento de la masa muscular. Además, contribuye a la densidad ósea y a la distribución de grasa corporal.
¿Cuándo y cómo se pierde testosterona?
Las mujeres comienzan a experimentar una disminución gradual en los niveles de testosterona a partir de los 20 años. Esta reducción se intensifica con la edad y, especialmente, durante la transición a la menopausia. En este período, los ovarios dejan de producir estrógeno y progesterona, pero también disminuyen significativamente la producción de testosterona.
Adicionalmente, ciertas intervenciones médicas como la extirpación de los ovarios (ooforectomía) o tratamientos oncológicos pueden acelerar esta caída hormonal. Las implicaciones de esta pérdida incluyen una disminución del deseo sexual, menor energía, fatiga y en algunos casos, una reducción de la densidad ósea y la masa muscular. Estas consecuencias pueden afectar significativamente la calidad de vida y el bienestar emocional de muchas mujeres.
Adicionalmente, ciertas intervenciones médicas como la extirpación de los ovarios (ooforectomía) o tratamientos oncológicos pueden acelerar esta caída hormonal. Las implicaciones de esta pérdida incluyen una disminución del deseo sexual, menor energía, fatiga y en algunos casos, una reducción de la densidad ósea y la masa muscular. Estas consecuencias pueden afectar significativamente la calidad de vida y el bienestar emocional de muchas mujeres.
Beneficios en otras áreas de la salud
Además de mejorar el deseo sexual, la testosterona puede ofrecer otros beneficios importantes para la salud de las mujeres:
Energía y estado de ánimo: Muchas mujeres reportan niveles más altos de energía y una disminución de los síntomas depresivos, lo que les permite enfrentar el día a día con mayor vitalidad.
Mantenimiento de masa muscular y densidad ósea: La testosterona ayuda a prevenir la pérdida muscular y reduce el riesgo de osteoporosis.
Mejora de la composición corporal: Al favorecer el aumento de masa muscular y la reducción de grasa corporal, mejora la salud metabólica y cardiovascular.
Energía y estado de ánimo: Muchas mujeres reportan niveles más altos de energía y una disminución de los síntomas depresivos, lo que les permite enfrentar el día a día con mayor vitalidad.
Mantenimiento de masa muscular y densidad ósea: La testosterona ayuda a prevenir la pérdida muscular y reduce el riesgo de osteoporosis.
Mejora de la composición corporal: Al favorecer el aumento de masa muscular y la reducción de grasa corporal, mejora la salud metabólica y cardiovascular.
Para algunas mujeres, ¿puede la testosterona marcar la diferencia?
Diversos estudios sugieren que la terapia con testosterona puede ayudar a aumentar el deseo sexual en mujeres posmenopáusicas que experimentan trastorno de deseo sexual hipoactivo (TDSH). También podría mejorar otros aspectos del bienestar, como la energía y el estado de ánimo.
Este tratamiento suele presentarse en formas como cremas, geles, parches o pellets, fáciles de usar y adaptables al día a día. Algunas mujeres han reportado un impacto positivo en su vida sexual y su confianza, lo que subraya su potencial como herramienta terapéutica.
Este tratamiento suele presentarse en formas como cremas, geles, parches o pellets, fáciles de usar y adaptables al día a día. Algunas mujeres han reportado un impacto positivo en su vida sexual y su confianza, lo que subraya su potencial como herramienta terapéutica.
Evidencia científica y avances recientes
Un estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism mostró que las mujeres que recibieron terapia con testosterona experimentaron mejoras significativas en la libido, el deseo sexual y la satisfacción general. Además, investigaciones de la North American Menopause Society respaldan estos hallazgos, sugiriendo que la testosterona puede ayudar a mitigar síntomas como la fatiga y la depresión, mejorando la calidad de vida durante la menopausia.
Actualmente, nuevos ensayos clínicos están explorando formulaciones específicas para mujeres, como el gel AndroFeme, aprobado en Australia y en proceso de evaluación en Estados Unidos. Estos avances podrían ofrecer opciones más seguras y personalizadas.
Actualmente, nuevos ensayos clínicos están explorando formulaciones específicas para mujeres, como el gel AndroFeme, aprobado en Australia y en proceso de evaluación en Estados Unidos. Estos avances podrían ofrecer opciones más seguras y personalizadas.
Las desventajas: ¿qué riesgos conlleva?
No todo es tan sencillo. La terapia con testosterona está rodeada de incertidumbre debido a la falta de investigaciones a largo plazo sobre su seguridad.
Los posibles efectos secundarios incluyen:
- Acné
- Crecimiento de vello en la cara y el cuerpo
- Caída del cabello en la cabeza
- Aumento de peso
- Cambios en los niveles de colesterol, lo que podría afectar la salud cardiovascular.
Además, este tratamiento no es adecuado para todas las mujeres. Aquellas con antecedentes de cáncer de mama o útero, enfermedades hepáticas, cardiacas o vasculares, deben evitar su uso.
Los posibles efectos secundarios incluyen:
- Acné
- Crecimiento de vello en la cara y el cuerpo
- Caída del cabello en la cabeza
- Aumento de peso
- Cambios en los niveles de colesterol, lo que podría afectar la salud cardiovascular.
Además, este tratamiento no es adecuado para todas las mujeres. Aquellas con antecedentes de cáncer de mama o útero, enfermedades hepáticas, cardiacas o vasculares, deben evitar su uso.
¿Por qué algunos médicos la recetan y otros no?
La disparidad en la prescripción de la terapia con testosterona se debe a varios factores. Por un lado, algunos médicos consideran que los beneficios para ciertas mujeres superan los riesgos, especialmente cuando otras opciones no han funcionado. Sin embargo, otros prefieren no recomendarla debido a la falta de aprobación oficial en muchos países y la ausencia de estudios concluyentes sobre su seguridad a largo plazo.
¿Qué sucede en otros países como por ejemplo Estados Unidos?
En Estados Unidos, la terapia con testosterona para mujeres no cuenta con la aprobación oficial de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos). A pesar de ello, algunos médicos prescriben productos diseñados para hombres en dosis ajustadas para mujeres. Esta práctica, conocida como "uso fuera de etiqueta", se realiza bajo supervisión médica estricta y solo cuando se considera que los beneficios superan los riesgos.
Recientemente, un medicamento específicamente desarrollado para mujeres, conocido como AndroFeme, ha generado interés. Este gel de testosterona, aprobado en Australia, está siendo evaluado en Estados Unidos y podría ser una opción más segura y efectiva para mujeres con TDSH. Aunque aún no está disponible en el mercado estadounidense, su eventual aprobación podría cambiar el panorama del tratamiento.
Recientemente, un medicamento específicamente desarrollado para mujeres, conocido como AndroFeme, ha generado interés. Este gel de testosterona, aprobado en Australia, está siendo evaluado en Estados Unidos y podría ser una opción más segura y efectiva para mujeres con TDSH. Aunque aún no está disponible en el mercado estadounidense, su eventual aprobación podría cambiar el panorama del tratamiento.
Opciones de administración de la testosterona
La testosterona puede administrarse de diversas formas, dependiendo de las necesidades y preferencias de cada mujer. Todas las opciones requieren supervisión médica.
- Parches transdérmicos: Liberan testosterona de manera constante durante el día, ofreciendo una dosificación controlada y estable.
- Gel tópico: Se aplica directamente sobre la piel y permite una absorción gradual de la hormona.
- Inyecciones: Proporcionan una dosis más alta de manera menos frecuente, generalmente cada pocas semanas.
- Tabletas sublinguales: Se disuelven bajo la lengua, permitiendo una absorción rápida y eficiente.
- Pellets subdérmicos: Pequeños implantes colocados bajo la piel que liberan testosterona de forma sostenida durante meses.
- Parches transdérmicos: Liberan testosterona de manera constante durante el día, ofreciendo una dosificación controlada y estable.
- Gel tópico: Se aplica directamente sobre la piel y permite una absorción gradual de la hormona.
- Inyecciones: Proporcionan una dosis más alta de manera menos frecuente, generalmente cada pocas semanas.
- Tabletas sublinguales: Se disuelven bajo la lengua, permitiendo una absorción rápida y eficiente.
- Pellets subdérmicos: Pequeños implantes colocados bajo la piel que liberan testosterona de forma sostenida durante meses.
¿Cuándo considerar la terapia con testosterona?
La testosterona no es la primera línea de tratamiento.
Antes, se suelen probar alternativas como:
- Terapia con estrógenos en dosis bajas
- Terapia sexual
- Medicamentos para la depresión que pueden aumentar el deseo sexual
- Suplementos naturales como el tribulus o la maca, entre otros
Si estas opciones no funcionan y el deseo sexual sigue siendo un problema significativo, podría ser el momento de hablar con un especialista sobre la testosterona. Es crucial que este tratamiento se administre bajo supervisión médica y con una evaluación detallada de los riesgos y beneficios.
Antes, se suelen probar alternativas como:
- Terapia con estrógenos en dosis bajas
- Terapia sexual
- Medicamentos para la depresión que pueden aumentar el deseo sexual
- Suplementos naturales como el tribulus o la maca, entre otros
Si estas opciones no funcionan y el deseo sexual sigue siendo un problema significativo, podría ser el momento de hablar con un especialista sobre la testosterona. Es crucial que este tratamiento se administre bajo supervisión médica y con una evaluación detallada de los riesgos y beneficios.
Una decisión informada
El deseo sexual femenino es complejo y suele estar influenciado por una combinación de factores físicos, emocionales y psicológicos. Estrés, sequedad vaginal, efectos secundarios de medicamentos y problemas de pareja son solo algunas de las variables en juego. Por eso, muchas veces la solución requiere un enfoque integral que combine cambios en el estilo de vida, asesoramiento y tratamientos médicos.
La testosterona no es una solución milagrosa pero puede ser una herramienta útil
Aunque la testosterona puede ser una herramienta útil para algunas mujeres, no es una solución milagrosa. Si estás considerando esta opción, consulta con un profesional de la salud que pueda guiarte en el proceso. Tu bienestar sexual importa, y mereces un plan que se ajuste a tus necesidades y prioridades.
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