Depresión

Cuando pasamos por una depresión, es difícil encontrar la motivación para levantarnos de la cama. Te recomendamos empezar por 10 minutos al día de caminata, bailar tus canciones favoritas aunque sea en tu habitación, o hacer pesas. Las endorfinas que libera el hacer ejercicio pueden producir sentimientos de placer, euforia y una sensación de bienestar que te puede ayudar a sentirte más feliz.

Puede que juntarte con un grupo de amigos o salir a un fiesta parezca imposible. Comencemos con pasos pequeños. Escoge un familiar y una amiga a la que vas a llamar esta semana, y la siguiente, trata de quedar con ellas. Son pequeños pasos de gigante.

Cuando estamos deprimidos es muy fácil perder la noción del tiempo. La bajada de estrógeno provoca una disminución en la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina que regulan el apetito y el estado de ánimo. Además causa una falta de interés o placer en actividades como la alimentación, lo que también contribuye a la pérdida del apetito. Entramos en un círculo vicioso, donde nos olvidamos incluso de lo más básico como comer y dormir. Te podrías encontrar olvidándote de comer o saltándote comidas. Para evitarlo, establece horas para las comidas y trata de respetarlas. La estructura y previsibilidad de un horario da estabilidad y control, reduce la fatiga de la toma de decisiones que suele ser abrumadora durante la depresión y brinda la sensación de logro incluso si las tareas son pequeñas.

Igual que las comidas, la depresión afecta el sueño y puede causar insomnio. Asegúrate de acostarte a la misma hora todas las noches. Cuelga el teléfono y apaga la televisión un par de horas antes, ya que la luz azul que emiten interrumpe tu ciclo natural de sueño y vigilia.