Acné

Agrega a tu lista del super: naranjas, granada, brócoli o kiwi. Estos alimentos son ricos en sabor y en vitamina C. No solo es un potente antioxidante sino que contribuye a una mejor asimilación del colágeno, lo que favorece la elasticidad de la piel y retrasa su envejecimiento prematuro.

Es probable que tengas una maestría en esconder los granitos con maquillaje. Pero al hacer esto empeoras la aparición del acné ya que tapas los poros en lugar de dejarlos respirar. Te recomendamos que cuando uses maquillaje, escojas productos libres de aceite que contengan monolaurina con poder seborregulador, o hierro y silicio porque absorben el exceso de sebo.

Los lácteos contienen la hormona IGF-1, que está relacionada con una mayor producción de sebo. Algo parecido sucede cuando el nivel de azúcar en la sangre aumenta. El cuerpo libera rápidamente insulina y se estimulan las glándulas sebáceas y la producción de aceites en la piel. Recuerda que los productos pre-cocinados o procesados son ricos en azúcar. Trata de incorporar frutas y verduras frescas a tu dieta.

Las glándulas sebáceas perciben la deshidratación, y para luchar contra una piel áspera y seca, producen un exceso de grasa. Cuando esto sucede, las células secas y muertas de la piel que quedan en la capa superior de la dermis se acumulan y obstruyen los poros. Así que, asegúrate de mantenerte hidratada. Te recomendamos beber por lo menos ocho vasos de agua a lo largo del día.

Si tu acné es severo, habla con un médico capacitado en menopausia para examinar si el tratamiento hormonal para el acné podría ser adecuado para ti.