Dificultades para respirar

Una caída en el estrógeno afecta la inflamación en el cuerpo e interfiere con el funcionamiento pulmonar. Una inflamación es un proceso natural del sistema inmunitario que ayuda al organismo a recuperarse de una agresión. Los vasos sanguíneos se dilatan y las células inmunitarias generan sustancias proinflamatorias para terminar con la agresión.

El estrógeno es un potente antiinflamatorio pero cuando el estradiol cae (el principal estrógeno producido por el ovario), el sistema inmune produce un elevado número de citocinas proinflamatorias, activando una inflamación crónica. Esta inflamación aparece cuando nuestro cuerpo no es capaz de eliminar la causa y sigue expuesto de forma repetida al factor que la provoca (en nuestro caso, la caída de estrógenos). Puede durar meses o años.

1 de cada 5 mujeres tiene problemas para respirar durante la menopausia.

El estrés y la ansiedad pueden empeorar las dificultades respiratorias, por lo que practicar técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación y/o el yoga puede aliviar los síntomas.
El ejercicio regular puede ayudar a mejorar la capacidad pulmonar y puede ayudar a reducir las dificultades respiratorias.
El exceso de peso puede ejercer presión sobre los pulmones y contribuir a las dificultades respiratorias, por lo que mantener un peso saludable puede ayudar a aliviar los síntomas.
Fumar puede dañar los pulmones y reducir la función pulmonar con el tiempo, lo que complica la respiración. También puede causar inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias, lo que dificulta la entrada y salida de aire de los pulmones. Además, causa una mayor producción de moco en los pulmones, lo que obstruye aún más las vías respiratorias y empeora las dificultades respiratorias. Al dejar de fumar, los pulmones comienzan a sanar y son más eficientes con el envío de oxígeno al cuerpo, lo que alivia las dificultades respiratorias.
Cuando estás deshidratada, tus vías respiratorias pueden secarse e irritarse, lo que dificulta la respiración. Beber suficientes líquidos puede ayudar a mantener las vías respiratorias húmedas y reducir la irritación e inflamación en el sistema respiratorio. Además, mantenerse hidratada puede diluir la mucosidad en los pulmones y las vías respiratorias. Esto facilita la expectoración y la limpieza de los pulmones y puede ser especialmente útil para las personas con afecciones respiratorias, como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o una producción excesiva de mucosidad en las vías respiratorias. Bebe al menos 8 vasos de agua al día.

Dato curioso

La respiración con los labios fruncidos puede ayudar a controlar las dificultades respiratorias.

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