El 75% de las mujeres en la menopausia reportaron dolores de cabeza severos.
Dolores de cabeza y migrañas
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Una caída en los niveles de estrógeno puede desencadenar dolores de cabeza o migrañas ya que este controla los químicos en el cerebro que afectan la sensación de dolor. Justo antes de la menstruación, los niveles de estrógeno y progesterona caen a sus niveles más bajos por lo que tener períodos irregulares con ciclos más cortos puede incrementar los dolores de cabeza.
Durante la perimenopausia, la caída de estrógenos provoca más dolores de cabeza pero a medida que entramos en la menopausia y nos acostumbramos a los niveles bajos de estrógeno, las migrañas tienden a mejorar.
El 75% de las mujeres en la menopausia reportaron dolores de cabeza severos.
Es decir, luces brillantes o ruidos fuertes. Si sabe que esto puede desencadenarlo, es tiempo de alejarte de esa situación antes que empeore un ataque y tengas que esconderte en un rincón oscuro hasta que pase.
Mantén un diario de alimentos a lo largo de un mes para ver si puedes identificar alguna tendencia después de haber comido ingredientes específicos. Anota los días en los que tuviste dolores de cabeza y las horas en que comenzaron. Igual, te podemos adelantar que hay alimentos que suelen desencadenar migrañas, como los quesos añejos, el chocolate y las carnes procesadas. Lamentablemente el vino también puede causarlas o empeorarlas.
* El magnesio puede ayudar a reducir la frecuencia y la gravedad de las migrañas. Una buena fuente son los vegetales de hojas verdes, nueces y semillas, granos integrales y legumbres.
* El jengibre es un antiinflamatorio y analgésico natural que puede ayudar a reducir el dolor de cabeza. Puedes consumirlo en té o suplementos.
* Los ácidos grasos omega-3 tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a reducir la inflamación en el cerebro y el sistema nervioso que causa las migrañas. Buenas fuentes son los pescados grasos (como el salmón y el atún), los frutos secos y las semillas (como las nueces y las semillas de lino) y los aceites de origen vegetal (como el aceite de canola y de soja).
* Alimentos ricos en vitamina B2 (riboflavina). Esta vitamina puede ayudar a reducir la frecuencia y duración de las migrañas. Buenas fuentes son los lácteos, huevos, carnes magras, verduras de hoja verde y cereales integrales.
Cuando estás deshidratada, no solo hay un desbalance de electrolitos, sino que los vasos sanguíneos de tu cerebro pueden estrecharse, haciendo que menos oxígeno a tu cerebro y provoca migrañas. Esto puede reducir la frecuencia de las migrañas. Considera consumir alimentos ricos en agua (como la sandía y los pepinos).
Los ejercicios moderados pueden ayudar a reducir la frecuencia y la gravedad de las migrañas en algunas personas porque mejora el flujo sanguíneo y reduce los niveles de estrés. Sin embargo, el ejercicio extenuante o el aumento repentino de la actividad física puede desencadenar migrañas en algunas personas por los cambios en la presión arterial, la frecuencia cardíaca y/o los niveles de cortisol (hormonas del estrés). Esto quiere decir que tengas cuidado con el tipo de ejercicio que haces. Si siempre desencadena dolores de cabeza, conversa con tu médico para que te recomiende qué ejercicios deberías hacer.
Algunas personas sienten uno de dos aura antes de que comience el dolor. El aura visual es ver puntos oscuros, claros o en zigzag, o perder la visión en el centro o los lados. El aura sensorial es sentir como si te clavan alfileres en los brazos, las piernas o los costados.