El estrógeno también está en tu saliva y afecta las papilas gustativas amargas en la parte posterior de la lengua que están rodeadas por una multitud de receptores del dolor. La caída de los niveles de estrógeno en la perimenopausia puede dañar esas papilas gustativas, lo que a su vez provoca sensaciones desagradables, que van desde sequedad hasta sabores metálicos y un dolor intenso en la boca. Puede que lo notes todos los días o que aparezca y desaparezca a medida que fluctúan tus hormonas. Este síntoma puede durar meses o incluso años.
Hasta el 40% de las mujeres pasando por la menopausia lo experimentan.
GOLDEN TIPS
Te recomendamos reducir el picante pero lo bueno es que puedes cambiar ciertos alimentos: el curry picante por uno cremoso como el korma y cambiar el chile en polvo por un pimentón más suave pero no menos sabroso. Y asegúrate de tener yogur natural cerca para calmar el efecto.
Evita los alimentos a base de tomate o vinagre que contienen ácido cítrico. Lo mismo con bebidas como el café, bebidas carbonatadas y zumos de frutas ácidas (guayaba, fresa, frambuesa, limón, mora, piña, toronja, maracuyá, naranja, arándano rojo). Cuando el estrógeno baja, el calcio que mantiene el sistema óseo fuerte que protege los dientes se ve afectado ya que el ácido de los cítricos desgasta el esmalte dental. La dentina queda desprotegida, y el diente más vulnerable a bacterias. Esto aumenta la posibilidad de tener caries y bacterias que intensifican el ardor bucal. Una alternativa es hacer zumo de calabaza diluida.
La nicotina reduce el flujo de sangre a las encías, lo que impide que éstas reciban los nutrientes que necesitan. Las bacterias se acumulan alrededor de los dientes y las encías; formando bolsas profundas que permiten el acumulamiento de más microbios. Las encías infectadas tienden a intensificar el ardor de este síndrome.
Si no sufres del síntoma de hinchazón, un paquete de chicles sin azúcar o un spray para la boca seca te puede aliviar si este síndrome te toca la puerta.
Nos encanta sentir esa ráfaga de frescura después de cepillarnos los dientes pero vale la pena probar una pasta de dientes suave o sin menta si tienes problemas con las sensaciones de ardor. Pregúntale a tu dentista cuál te recomienda.
Intenta respirar profundamente por la nariz mientras cuentas lentamente hasta cinco y suéltalo por la boca, contando hacia atrás hasta uno. Repite esto 3 ó 4 veces. También puedes practicar la meditación guiada, centrada en la respiración y la liberación de la tensión.
Dato curioso
Otras posibles causas que pueden agravar este síntoma: Infecciones bucales, alergias, reflujo ácido, diabetes, enfermedad tiroidea hipoactiva, ciertos medicamentos (especialmente los que tratan la hipertensión arterial), cepillarse los dientes en exceso al limpiarse los dientes y deficiencias nutricionales como la falta de hierro y vitaminas B1, B2, B6, B9 y B12.