
Dentro de ti vive un pequeño universo: trillones de bacterias que forman tu microbiota intestinal. Cuando están bien alimentadas, fabrican vitaminas, refuerzan tus defensas, regulan tu apetito y hasta influyen en tu estado de ánimo. ¿Su comida favorita? La fibra.
El problema es que la dieta moderna —pan blanco, snacks procesados, frutas sin piel, zumos en lugar de piezas enteras— ha desplomado nuestro consumo de fibra. En España la ingesta media ronda 18 g al día, cuando la meta mínima son 25-30 g y, para mimar tu microbiota, mejor apuntar a 30g diarias. Esa carencia explica dolores de tripa, hinchazón, estreñimiento crónico, antojos de azúcar y cierta “niebla mental” que aparece cuando tu intestino protesta.