SIN REGLAS - THE MAGAZINE

¡A por una menopausia en patinete!

8 min
¡Menos-Pausa y Más-Movimiento!
Rodando hacia una nueva etapa

¿Qué hago a mis 51 años subida a un patinete?

Es la imagen más parecida a la sensación que tuve cuando empecé a notar los síntomas de la menopausia: descontrol, incertidumbre y desconcierto. Cada movimiento era un desafío al equilibrio. Una sensación muy desconcertante.

Al principio, te sientes inestable, dudando de cada paso que das. Tienes muy poca información. No puedes mirar el gps para que te indique el camino correcto; y por supuesto no hay volante. Menudo plan, ¿verdad? Sin embargo, con el tiempo, haciendo ligeros movimientos, investigando, ocupándote de ti porque no tienes a nadie al lado que te sujete, descubres el pie correcto para apoyarte, el ángulo perfecto para girar y, finalmente, cómo moverte sin darte el batacazo.

Os voy a contar mi historia y por qué decidí crear Womanhood Con 49 años me diagnosticaron un liquen escleroso que supuso un antes y un después en mi vida. Mi menopausia fue muy brusca. De la noche a la mañana empecé a sentir muchísimos síntomas que afectaron a toda mi vida: a mi día a día, a mi vida laboral, y por supuesto a mi pareja.
Tuve la suerte de dar con una gran ginecóloga que me dijo “lo que te ha pasado es mucho más normal de lo que te imaginas, el problema es que no se habla, pero si, es muy habitual” Yo me sorprendí porque hasta ese momento jamás había escuchado nada de esto. Y siendo tan normal, ¿cómo es posible que no conozca a nadie que lo padezca? Hasta que empecé a contarlo abiertamente y a mi alrededor empecé a escuchar más casos. Hice una investigación sobre cuántas personas podíamos estar pasando por lo mismo o por otros síntomas de la menopausia y…¡sorpresa! Somos muchísimas mujeres. Y pensé. Si somos tantas ¿por qué no se habla? Y no solo eso; no me identificaba absolutamente con nada que veía publicado. Y así nació Womanhood: el sitio que a mí me hubiese gustado encontrar.
¿Por qué la menopausia ha sido tan silenciada?

Convergen los tabúes que nadie quiere sacar a relucir; los estigmas asociados a la menopausia que reflejan una mezcla de desinformación, prejuicios culturales y percepciones anticuadas sobre el envejecimiento y la feminidad; una sociedad que históricamente ha dejado estos temas en un segundo plano, y la falta de una investigación y educación más profunda.

En conclusión: hemos estado patinando sin gps y sin coderas y rodilleras para las caídas. Así que aquí estoy yo, tratando de descifrar este puzzle con más preguntas que respuestas y buscando maneras de vivir este reto. Porque sí, es todo un reto.


Pero hablemos claro. La menopausia no es una enfermedad, ni una maldición, ni el fin del mundo. Es un proceso natural. Y entonces, ¿por qué lo pasamos tan mal? Y lo peor de todo ¿Por qué hay que naturalizar que se pasa mal?

En mi opinión, creo que se debe a una combinación de falta de investigación, formación insuficiente de los profesionales de la salud, y una notable ausencia de conversaciones sobre el tema. Imagina afrontar un embarazo sin orientación alguna: 9 meses con escasos consejos o indicaciones. Así es como muchas de nosotras hemos enfrentado la menopausia.

La famosa frase "¡Ah, eso es menopausia; pasará!" Esto un reflejo de este problema. Sin embargo, el autocuidado y la prevención pueden transformar completamente esta experiencia.

¿Preven-qué?

Si no hay información en la menopausia para qué hablar de la prevención. Sin embargo, ¿Sabías que la media de edad en que una mujer comienza a perder estrógenos y progesterona de forma natural es a partir de los 40? ¿Y por qué nadie nos cuenta esto? Se puede hacer mucho, muchísimo (y de forma natural) si preparas a tu cuerpo. Una mujer cuando se quiere quedar embarazada se prepara y se cuida. Pues esto, de nuevo, es lo mismo.

No tiene nada que ver cómo se pasa la menopausia si te has cuidado adecuadamente, patinarás hacia la menopausia con entrenamiento, coderas, rodilleras y experiencia, sin entrenamiento y preparación el viaje puede ser caótico, al menos al principio. Así que una llamadita a las mujeres de 40: No os despistéis y entrenar.

Todo lo que podemos hacer para sentirnos mejor

El autocuidado es clave: la alimentación, la hidratación, ejercicio regular, dormir bien, tener tiempo para ti tiene que ser una de tus prioridades.

Volvamos al patinete: De la misma manera que aprendes a moverte en el patinete sin darte el batacazo, con la menopausia pasa lo mismo: es posible aprender a manejar sus síntomas. Eso sí, tienes que trabajar. Te dejo unos tips que te pueden ayudar:

Habla: Es hora de romper el silencio y hablar de la menopausia con naturalidad.

Infórmate Es bueno que estés al corriente de todas las novedades que hay para poder preguntar y exigir. Recuerda que la información es clave.

Exige Si sientes que tu médico no tiene la formación suficiente en menopausia: porque no te habla de los tratamientos existentes, porque sientes que no te escucha. Por lo que sea. Si no estás a gusto busca una segunda opinión.

Prueba La ciencia avanza (llega tarde, pero llega). Cada vez hay más tratamientos, productos, técnicas…. No tengas miedo de probar cosas nuevas.

Actitud positiva Es fácil decirlo, sobre todo cuando te afecta a tu estado de ánimo, vida íntima, cansancio…etc. Pero esa actitud es la que te va a ayudar a investigar, probar, hablar, etc. Actitud positiva no es que estés riéndote todo el rato. ¡Es que no tires la toalla!

Rompe las reglas Como decía Iris Apfel; “No tengo ninguna regla porque si las tuviera las rompería” Así que ya sabes. Es momento es que tú te pones la primera de la lista. Rompe lo que haga falta y sé cada vez más tú misma.

¡¡¡Te invito a que le des al play, a que te empapes de energía y a que te subas a ese patinete para comenzar a rodar!!!

¡A por una menopausia en patinete!

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