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¿Qué hago a mis 51 años subida a un patinete?
Al principio, te sientes inestable, dudando de cada paso que das. Tienes muy poca información. No puedes mirar el gps para que te indique el camino correcto; y por supuesto no hay volante. Menudo plan, ¿verdad? Sin embargo, con el tiempo, haciendo ligeros movimientos, investigando, ocupándote de ti porque no tienes a nadie al lado que te sujete, descubres el pie correcto para apoyarte, el ángulo perfecto para girar y, finalmente, cómo moverte sin darte el batacazo.
Os voy a contar mi historia y por qué decidí crear Womanhood Con 49 años me diagnosticaron un liquen escleroso que supuso un antes y un después en mi vida. Mi menopausia fue muy brusca. De la noche a la mañana empecé a sentir muchísimos síntomas que afectaron a toda mi vida: a mi día a día, a mi vida laboral, y por supuesto a mi pareja.
Convergen los tabúes que nadie quiere sacar a relucir; los estigmas asociados a la menopausia que reflejan una mezcla de desinformación, prejuicios culturales y percepciones anticuadas sobre el envejecimiento y la feminidad; una sociedad que históricamente ha dejado estos temas en un segundo plano, y la falta de una investigación y educación más profunda.
En conclusión: hemos estado patinando sin gps y sin coderas y rodilleras para las caídas. Así que aquí estoy yo, tratando de descifrar este puzzle con más preguntas que respuestas y buscando maneras de vivir este reto. Porque sí, es todo un reto.
Pero hablemos claro. La menopausia no es una enfermedad, ni una maldición, ni el fin del mundo. Es un proceso natural. Y entonces, ¿por qué lo pasamos tan mal? Y lo peor de todo ¿Por qué hay que naturalizar que se pasa mal?
En mi opinión, creo que se debe a una combinación de falta de investigación, formación insuficiente de los profesionales de la salud, y una notable ausencia de conversaciones sobre el tema. Imagina afrontar un embarazo sin orientación alguna: 9 meses con escasos consejos o indicaciones. Así es como muchas de nosotras hemos enfrentado la menopausia.
La famosa frase "¡Ah, eso es menopausia; pasará!" Esto un reflejo de este problema. Sin embargo, el autocuidado y la prevención pueden transformar completamente esta experiencia.
¿Preven-qué?
No tiene nada que ver cómo se pasa la menopausia si te has cuidado adecuadamente, patinarás hacia la menopausia con entrenamiento, coderas, rodilleras y experiencia, sin entrenamiento y preparación el viaje puede ser caótico, al menos al principio. Así que una llamadita a las mujeres de 40: No os despistéis y entrenar.
Todo lo que podemos hacer para sentirnos mejor
Volvamos al patinete: De la misma manera que aprendes a moverte en el patinete sin darte el batacazo, con la menopausia pasa lo mismo: es posible aprender a manejar sus síntomas. Eso sí, tienes que trabajar. Te dejo unos tips que te pueden ayudar:
• Habla: Es hora de romper el silencio y hablar de la menopausia con naturalidad.
• Infórmate Es bueno que estés al corriente de todas las novedades que hay para poder preguntar y exigir. Recuerda que la información es clave.
• Exige Si sientes que tu médico no tiene la formación suficiente en menopausia: porque no te habla de los tratamientos existentes, porque sientes que no te escucha. Por lo que sea. Si no estás a gusto busca una segunda opinión.
• Prueba La ciencia avanza (llega tarde, pero llega). Cada vez hay más tratamientos, productos, técnicas…. No tengas miedo de probar cosas nuevas.
• Actitud positiva Es fácil decirlo, sobre todo cuando te afecta a tu estado de ánimo, vida íntima, cansancio…etc. Pero esa actitud es la que te va a ayudar a investigar, probar, hablar, etc. Actitud positiva no es que estés riéndote todo el rato. ¡Es que no tires la toalla!
• Rompe las reglas Como decía Iris Apfel; “No tengo ninguna regla porque si las tuviera las rompería” Así que ya sabes. Es momento es que tú te pones la primera de la lista. Rompe lo que haga falta y sé cada vez más tú misma.
¡¡¡Te invito a que le des al play, a que te empapes de energía y a que te subas a ese patinete para comenzar a rodar!!!