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El azúcar y tu menopausia


6 min

¿Cómo puede ser que algo tan delicioso sea tan poco beneficioso para nuestra salud? Hay que tratar de regular la cantidad de glucosa que consumimos durante la menopausia ya que la disminución de estrógenos puede favorecer la resistencia a la insulina. Hoy queremos dar unas pequeñas pinceladas sobre la glucosa, su relación con la insulina y unos tips.

Se nos hace la boca agua pensando en la hora de la comida. Después de que nuestras papilas gustativas se van de fiesta, ¿cuál es el after party que ocurre en nuestros cuerpos? Cuando hacemos digestión, nuestro cuerpo descompone los alimentos y los convierte en glucosa (o azúcar para las amigas); la glucosa se absorbe a través de las paredes intestinales y llega a la sangre. Cuando suben los niveles de azúcar en la sangre, el páncreas libera insulina para que transporte la glucosa a las células del hígado, los riñones y los músculos. La insulina le toca la puerta a las células para dejar la glucosa dentro (cual paquete de Correos) y que la puedan usar como energía o almacenarla para usarla después.
La relación tóxica entre la insulina y la glucosa es cuando el cuerpo no procesa de forma adecuada la insulina que produce. Las células dejan en visto la indicación de la insulina y no se abren (en otras palabras, resisten la entrada de la insulina) dejando un nivel de azúcar mayor de lo normal en la sangre. El páncreas responde tratando de bajar los niveles de glucosa liberando más y más insulina.

¿Cuáles son los riesgos de un alto nivel de insulina?

Estar en una fase de prediabetes, y si no se pone remedio, llegar a sufrir diabetes tipo II.

Posibilidad de desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

Aumento de grasa corporal y con el riesgo que ello conlleva.
Al disminuir el estrógeno, no solo ocurre una redistribución de la grasa de los muslos hacia la cintura y el área abdominal. También perdemos un regulador a la sensibilidad a la insulina, por lo que corremos más riesgo de que esta aparezca.

El proceso de convertir el azúcar en energía produce moléculas de carbono: los componentes básicos del colesterol y los ácidos grasos. Si hay mucha azúcar en la sangre se producen más moléculas de carbono. Cuando hay muchas de estas moléculas, se acumulan como reservas en la sangre de grasa y colesterol. Si estas reservas no se utilizan, se siguen acumulando, lo que causa el exceso de grasa y llevarnos a un sobre peso u obesidad.

Los picos de glucosa pueden provocar
•Fatiga
•Mareos
•Falta de memoria
•Mal humor e irritabilidad
•Aumento de grasa abdominal
•Ansiedad por comer algo dulce
•En casos más graves: Diabetes tipo II
De ahí que sea importante conocer qué tipo de carbohidratos consumimos. Hay dos tipos de carbohidratos, y dependiendo de cual consumamos, el nivel de azúcar en la sangre será mayor o menor. Y como consecuencia, la liberación de insulina será más rápida o más lenta.

Los carbohidratos simples generan un pico de azúcar. El cuerpo percibe un nivel de azúcar más alto en la sangre y para bajar los niveles, libera insulina cual Speedy Gonzales. He aquí los famosos “chutes” de energía, golpes de energía muy cortitos porque el cuerpo absorbe la glucosa rápidamente.

Por el contrario, cuando comemos carbohidratos complejos los niveles de azúcar en la sangre suben pero el cuerpo tiene que convertirlos en azúcares simples para que la insulina reaccione. Gracias a que el proceso se vuelve más lento, el páncreas puede descansar y además bajan los niveles de glucosa en la sangre.

¿Qué es simple y qué es complejo?


Consejos para consumir de forma adecuada los carbohidratos


Nunca los comas solos. Para que estén dentro de una dieta saludable deben de consumirse mezclados con otros nutrientes como grasas buenas y proteínas.

Huye de todo lo que tenga azúcares añadidos o azucares libres. Los zumos de fruta o la bebida vegetal de avena, aunque no tengan azucares añadidos, al no tener la fibra que tiene el alimento, produce también un gran pico de azúcar.

Controla las cantidades que consumes , aunque sean cereales integrales, deben de consumirse de forma equilibrada.

Intenta que estén lo menos procesados posibles. Por ejemplo, es mejor tomar arroz integral que harina de arroz integral.
Alimentación en la menopausia | Síntomas de la Menopausia | Womanhood

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