Mantén tus huesos fuertes y desafía a tus músculos. Levanta pesas, bandas de resistencia o usa tu propio peso corporal ¡Elige el reto y a por ello!
Cardio a tope:
No todo es sudar a mares. Baila, camina o monta en bicicleta. Lo importante es que tu corazón active su modo “boom boom” y mantenga tu sistema cardiovascular en forma.
¡A nadar!
La natación pone a trabajar cada centímetro de tu cuerpo y no deja músculo sin tonificar. Además, es la receta perfecta para desterrar el estrés. Ponte el bañador, ¡que vale la pena!
Son tu escudo contra las lesiones y la rigidez. Piensa en ellos como el estirón de sábanas que tus músculos necesitan cada mañana para comenzar el día con buen pie y sin crujidos.