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Oír menos, ver peor... ¿Desconectarme? Ni de broma

10 min
Si últimamente necesitas más luz para leer una etiqueta, o en una conversación en grupo notas que te pierdes palabras clave, no estás sola.

Bienvenida al club. La presbicia y la pérdida auditiva leve suelen asomarse justo cuando empiezas a lidiar con los primeros síntomas de la menopausia, y aunque no sean tan “populares” como los sofocos o el insomnio, también forman parte del lote.
Hay algo que muchas veces se pasa por alto:
Oír y ver bien no es solo una cuestión física. También tiene un impacto brutal en tu autoestima, tu vida social y tu bienestar emocional. Porque no poder seguir una charla en un bar ruidoso o no distinguir las caras en una cena puede llevar, casi sin darte cuenta, al aislamiento.

Y eso, en plena perimenopausia o posmenopausia, es justo lo último que necesitas.

Aquí en Womanhood no creemos en resignarse con un “es la edad”. Creemos en informarse, entender lo que pasa y tomar las riendas. Por eso te traemos esta guía: para que cuides tu salud visual y auditiva como una parte clave (y no secundaria) de tu bienestar en esta etapa. Y no lo hacemos solas, de la mano de ALAIN AFFLELOU, expertos en la materia te contamos qué es lo que puede que te esté pasando y cómo hacerle frente. ¿Preparada?
¿Qué está pasando con tus ojos y oídos?

Empecemos por el principio: los cambios hormonales propios de la menopausia afectan más allá del ciclo menstrual. El estrógeno, esa hormona que llevabas de compañera de viaje desde la adolescencia, también influye en tejidos como los del ojo o el oído interno.

Diversos estudios han observado que niveles bajos de estrógenos pueden alterar el metabolismo del oído interno. Y no, no se trata solo de “hacerse mayor”.

La Dra. Silvia Ortiz Rodríguez, especialista en audiología, explica que estas alteraciones pueden generar hipoacusia (pérdida auditiva) de tipo fluctuante en mujeres predispuestas.

Pero eso no es todo. La osteoporosis —más frecuente en mujeres posmenopáusicas— también puede afectar a los diminutos huesos del oído medio, lo que empeora la audición.

Sí: tus huesos y tu oído están más conectados de lo que pensabas.
En cuanto a la vista, la caída de estrógenos afecta directamente a las mucosas. ¿Y adivina cuál es una de las más sensibles? La película lagrimal que mantiene tus ojos hidratados.


Y es que en palabras de la Dra. Nerea Sáenz Madrazo (oftalmóloga especialista en Córnea y Superficie Ocular del Hospital General Universitario Gregorio Marañón) “el síndrome del ojo seco es uno de los síntomas más frecuentes en mujeres en menopausia, y a menudo está infradiagnosticado, aunque existen tratamientos eficaces para combatirlo. Ardor, picor, sensación de arenilla, fotofobia… Un cóctel molesto que puede convertir tareas cotidianas como leer, trabajar frente al ordenador o conducir en una pesadilla.
🔸 Un estudio publicado en Menopause Journal revela que 1 de cada 4 mujeres en menopausia sufre algún grado de pérdida auditiva.

🔸 El síndrome de ojo seco afecta al 79% de las mujeres peri y posmenopáusicas, y casi el 40% lo sufre de forma severa.

🔸 La presbicia (vista cansada) empieza entre los 40 y los 45 años. No es casualidad que te veas ampliando la letra del móvil.

🔸 Y esto sin contar otras alteraciones visuales frecuentes a partir de los 50, como cataratas, glaucoma o degeneración macular relacionada con la edad.

En resumen: la menopausia también es tiempo de ajustes para tus sentidos.
Sabemos que la pérdida sensorial no mata. Pero tampoco es inocua. Porque cuando empiezas a oír peor, a leer con dificultad o a ver borroso en ambientes con poca luz, algo cambia. Y no solo en tu percepción: cambia tu relación con el mundo.

Muchas mujeres comienzan —sin casi notarlo— a evitar ciertas situaciones sociales. Se desconectan en reuniones con varias personas porque no logran seguir las conversaciones. O prefieren no conducir de noche por la fatiga visual.

¿El resultado? Poco a poco se aislan

Menos sentidos, más soledad

Este fenómeno tiene nombre: aislamiento sensorial. Y sus consecuencias van más allá del plano físico:

Un estudio de la Universidad de Columbia Británica descubrió que, por cada 10 decibelios de pérdida auditiva, el riesgo de aislamiento social aumenta un 52%.

Un barómetro sobre salud visual revela que el 23% de las personas siente que su mala visión afecta a su vida social, y el 18% dice que ya ni le apetece salir.
Este “encogimiento del mundo”, que muchas describen, se convierte en un círculo vicioso: no veo ni oigo bien → evito ciertas situaciones → me aíslo → me siento peor → me cuido menos… y vuelta a empezar.

Y aquí viene lo más preocupante: esta desconexión progresiva se asocia a mayores tasas de ansiedad, depresión y deterioro cognitivo. Porque cuando te cuesta comunicarte, tu cerebro se esfuerza más, se frustra más… y eso, sostenido en el tiempo, pasa factura.
La buena noticia es que no estás condenada a quedarte en casa. De hecho, mantener una vida social activa es uno de los factores más protectores durante la menopausia.

Otro estudio en Menopause Journal  demostró que las mujeres con redes sociales activas presentan menos síntomas de ansiedad y depresión, y mejor calidad de vida.

Compartir, reír, hablar, moverse en grupo… todo esto ayuda a regular el estrés, a liberar oxitocina y a mejorar el estado de ánimo.

En otras palabras: tus amigas, tu familia o tu grupo de yoga no son solo compañía. Son también parte de tu tratamiento. Porque la salud en la menopausia es tan física como emocional.

Para cuidar tu vista y tu oído

No necesitas hacer nada drástico. Pero sí tomar conciencia. La vista y el oído no se cuidan solos, ni son “cosas de viejas” a ignorar. Son herramientas para vivir conectada.

Los profesionales de la salud (como los de ALAIN AFFLELOU) recomiendan realizar chequeos periódicos tanto de la vista como de la audición. En el caso del oído, diversos expertos sugieren una revisión auditiva al menos una vez al año a partir de los 50 o antes si notas síntomas.

Mientras tanto, aquí van los básicos que deberías tener en tu radar:

Soluciones prácticas que puedes aplicar desde ya

La prevención empieza en tu estilo de vida

Lo que haces cada día también influye en cómo oyes y ves

La menopausia puede traerte vista cansada, ojos secos y audición más floja. Pero no tiene por qué traerte desconexión, aislamiento o resignación.

Hoy existen recursos, soluciones y profesionales preparados para ayudarte a ver y oír con claridad durante muchos años más. Y no se trata solo de tu salud sensorial: se trata de que puedas seguir disfrutando de una conversación divertida, de leer tu libro favorito sin esfuerzo o de sentirte parte de todo lo que pasa a tu alrededor.
Si has notado cambios, no los minimices. Pide una cita. Háblalo. Actúa. Tu calidad de vida —y tus ganas de seguir disfrutando— te lo van a agradecer.

Porque cuidarte los sentidos no es un capricho. Es otra forma de mantenerte conectada contigo, con los demás y con lo que te hace feliz.
ALAIN AFFLELOU - Oír menos, ver peor... ¿Desconectarme? Ni de broma

4 comentarios

  • María el

    Yo quisiera dar las gracias a este club; desde que lo descubrí este verano, llevo con mucha más naturalidad todo esto de la menopausia.
    Con respecto a este artículo, yo padezco de acúfenos desde hace algún tiempo. Lo consulté y me dijeron que no tiene remedio, que trate de “no hacerle mucho caso” y me recomendaron tranquilidad y ruidos blancos. La menopausia no se nombró, y yo lo llevo con toda la resignación…
    Ahora me planteo realizar otra consulta. Gracias por la información.
    Un saludo

  • Angélica el

    Tengo 46 y el año pasado comencé con los primeros síntomas: los sofocos, luego vinieron las sudoraciones nocturnas y los problemas para dormir de corrido. Este año he notado problemas de comprensión (a ratos me sentía hasta tonta) y en estos últimos 3 meses apareció menor audición y a veces sentir arenilla en los ojos. Me encantó el post, porque ahora puedo comprender que no me estoy volviendo una hipocondriaca o loca y que había una explicación. De verdad me tranquiliza, no saben cuánto les agradezco!

  • Beatriz el

    Me ha encantado el post. Sí que noto la vista más cansada y el ojo más seco. Utilizo colirios y en la medida en que puedo, restrinjo pantallas y aprovecho la luz solar para leer. Se nota la diferencia.

  • Silvia el

    Hace unos años que comencé con problemas de ojos secos. Uso unas gotas varias veces al día. Ahora entiendo porqué!!. Muchas gracias por la información. Me pregunto qué más nos afecta la falta de estrogeno??!! 🤔😢😢😢

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