El comino, con su aroma cálido y sabor terroso, es una especia popular en la cocina que también esconde un sinfín de beneficios para la salud. Sus propiedades digestivas, antiinflamatorias y antioxidantes lo convierten en un aliado natural.
Es rico en compuestos como el cuminaldehído y el timol, que estimulan la producción de jugos gástricos y la secreción de bilis, facilitando la digestión de las grasas. Además, el comino tiene propiedades carminativas que ayudan a combatir la hinchazón, los gases y el estreñimiento.
También posee potentes propiedades antiinflamatorias que ayudan a aliviar dolores articulares, musculares y menstruales. Además, puede ser útil para combatir enfermedades inflamatorias como la artritis.
Por último, pero no menos importante, el comino puede reducir el colesterol LDL ("malo") y aumentar el colesterol HDL ("bueno"), lo que protege la salud nuestra cardiovascular. Además, puede contribuir a controlar la presión arterial y prevenir la formación de coágulos sanguíneos.
Recuerda que cuidar de nuestra salud cardiovascular durante la menopausia es imprescindible.