Bye verano, hola exfoliación. Receta para una piel radiante.

Si aún tienes arena de playa (¡esos últimos días de vacaciones!), ponla en un bote y mézclala con un aceite nutritivo como el de almendras, coco o jojoba. Si ya estás de vuelta en casa, no te preocupes, puedes sustituir la arena por sal fina. Mezcla todo hasta obtener una textura suave, fácil de aplicar por todo el cuerpo.

Un truco esencial: que la mezcla no sea muy densa; esto te permitirá masajear tu piel con mayor facilidad, eliminando las células muertas acumuladas y mejorando la circulación.

Añade unas gotitas de aceite esencial. El de lavanda sigue siendo nuestro aliado perfecto, gracias a sus propiedades calmantes y regeneradoras, justo lo que tu piel necesita tras una exposición solar prolongada.

Después de la ducha, y antes de secarte, aplica aceite de coco mezclado con aceite esencial de lavanda o incienso sobre la piel aún húmeda. Esto formará una fina película que aportará extra-suavidad y elasticidad a tu piel. Si lo prefieres, puedes completar con tu crema corporal habitual.

No dejes que el verano se lleve todo tu brillo. Dale a tu piel el cariño que necesita y despide la temporada con una piel renovada, hidratada y lista para lo que venga. ¡Te lo mereces!