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5 mitos sobre la menopausia desmontados por Womahood
2. ¿El deseo sexual baja en la menopausia y no se puede hacer nada? ¿O hay formas de reactivarlo, sostenerlo y mejorar las experiencias íntimas?
La buena noticia es que sí podemos reactivar el instinto sexual. El deseo no desaparece por completo, pero necesita ser "despertado" y trabajado, como si fuera un músculo que se fortalece con dedicación. No es algo que vuelva de la noche a la mañana, sino un proceso que requiere tiempo y atención
¿Cómo reactivarlo?
Sí, el deseo puede disminuir, pero también hay muchas formas de reactivarlo, sostenerlo y mejorarlo.
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Lo primero que necesitamos es ampliar nuestra visión del sexo. Muchas veces lo hemos reducido únicamente al coito, pero la realidad es que la intimidad va mucho más allá. El placer no depende únicamente de la genitalidad; es explorar nuevas sensaciones, romper con las ideas limitantes y redescubrir lo que realmente nos hace disfrutar.
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FUN DA MEN TAL. Hablar abiertamente sobre lo que nos gusta, nuestras necesidades y preocupaciones puede transformar por completo nuestra experiencia sexual. No se trata solo de poner las cartas sobre la mesa, sino también de escuchar a la otra persona.
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Un tema común en la menopausia es la sequedad vaginal, que puede hacer que las relaciones sexuales sean incómodas. Aquí es donde entran los lubricantes, especialmente los que son a base de agua. Usarlos no solo facilita las relaciones, sino que también aumenta la comodidad y puede contribuir a que nos sintamos más relajadas y excitadas durante el sexo.
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Y por qué no, atreverse a probar cosas nuevas, como los juguetes sexuales. A veces la falta de deseo también puede venir de la rutina. Experimentar con juguetes o explorar nuevas formas de intimidad puede hacer que el deseo vuelva a surgir de manera natural, además de aportar un toque divertido y diferente a la relación.
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También es importante reconectar con nosotras mismas a través de la autoerotización. Este es un punto clave: dedicarnos tiempo a explorar nuestro propio placer puede ayudar a reactivar el deseo. Leer literatura erótica, disfrutar de caricias en momentos de soledad o simplemente descubrir lo que nos gusta es una forma de reconectar con nuestro cuerpo y volver a disfrutar de la sexualidad.
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Por último, lo más importante es acudir al médico para evaluar las opciones disponibles. Existen diferentes tratamientos que pueden ayudar, y uno de ellos es la testosterona, que, bajo prescripción médica, puede ser efectivo para mejorar la libido en algunas mujeres.
3. Cuando un médico le indica terapia de reemplazo hormonal a una mujer, surgen algunas preocupaciones. En algunos blogs y hasta en información científica se plantean dudas sobre los beneficios y se mencionan riesgos del tratamiento. ¿Qué hay de cierto en lo que se dice? ¿Es peligrosa la terapia de reemplazo hormonal?
Sin embargo, estudios más recientes han demostrado que, en mujeres sin riesgos añadidos, los beneficios de la THM superan los riesgos, ayudando a prevenir fracturas, insomnio, sofocos, y problemas de salud cardiovascular y cognitiva. En España, 1,6 millones de mujeres mayores de 50 años tienen peor calidad de vida debido a la desinformación y el abandono de este tratamiento.
Es crucial hablar con un médico para evaluar las opciones. Aproximadamente un 20-30% de las mujeres podrían beneficiarse de la THM, pero la mayoría no la toma por miedo o falta de información.
Por eso es tan importante que cada mujer hable con su médico, que le expliquen las opciones y que se evalúen sus necesidades y riesgos personales. Lo más importante es que tomemos decisiones informadas, respaldadas por especialistas que realmente entienden la menopausia, sin basarnos en mitos o en el miedo.
4. Para una mujer que lleva una vida activa, con la práctica de ejercicios regulares o de deportes, ¿es necesario cambiar su rutina radicalmente, solo porque pasó los 50 años o porque inició su menopausia? ¿O puede continuar con sus actividades de la misma forma que lo venía haciendo?
La combinación ideal incluye tres tipos de ejercicios: fuerza, cardio, y elasticidad/equilibrio.
El ejercicio, bien combinado, es la mejor herramienta que tienes para cuidar tu salud. No es necesario hacer un cambio radical, pero sí asegurarte de que estás trabajando todos los pilares que tu cuerpo necesita: fuerza, resistencia y movilidad. Y recuerda: no dejas de hacer ejercicio porque envejeces, sino que envejeces porque dejas de hacer ejercicio.
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son esenciales para mantener la masa muscular y la salud ósea, que son áreas especialmente vulnerables durante la menopausia. Con la disminución de estrógenos, los huesos y músculos necesitan más atención, y los ejercicios de fuerza, como levantar pesas o trabajar con resistencia, ayudan a fortalecer el cuerpo y prevenir problemas como la osteoporosis.
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caminar, nadar, o montar en bicicleta son excelentes opciones. El cardio cuida la salud del corazón, que es especialmente importante en esta etapa. Además, mejora la capacidad respiratoria y la resistencia.
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aquí entran en juego prácticas como el yoga o pilates, que mejoran la flexibilidad y el control del cuerpo. Durante la menopausia, el equilibrio y la elasticidad tienden a disminuir, aumentando el riesgo de caídas o lesiones. Incluir ejercicios que trabajen estos aspectos te ayudará a moverte con mayor facilidad y prevenir accidentes.
5. ¿Es correcto atribuir un aumento de peso en la menopausia solo al cambio hormonal?
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A medida que las mujeres llegan a la menopausia, suelen ganar alrededor de medio kilo por año. Este aumento se debe no solo a los cambios hormonales, sino también a una combinación de envejecimiento, un estilo de vida menos activo y factores genéticos. Si sigues comiendo lo mismo que antes y no ajustas tu nivel de actividad física, el metabolismo más lento y la menor masa muscular pueden llevar a un incremento en el peso.
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El riesgo de salud asociado al aumento de peso durante la menopausia es importante y no debe subestimarse. El exceso de peso, particularmente en la zona abdominal, está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades como el cáncer de mama, diabetes tipo 2, hipertensión, problemas cardíacos, apnea del sueño y artrosis, entre otros.
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Sin embargo, no es imposible manejar el peso durante la menopausia. La clave está en adaptar tus hábitos. El ejercicio regular es crucial: incorporar una combinación de ejercicios de fuerza, cardio y elasticidad puede ayudarte a mantener la masa muscular, mejorar el metabolismo y cuidar tu salud en general. Además, ajustar tu alimentación hacia un plan más saludable, basado en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables, también te ayudará a evitar el aumento de peso.
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Y siempre es recomendable consultar con tu médico, especialmente si has experimentado cambios significativos. Pueden ayudarte a evaluar tu situación y proponerte pasos específicos para mantener un peso saludable y mejorar tu calidad de vida en esta etapa.
6. ¿Cuál es la recomendación para una mujer que atraviesa la menopausia y que se encuentra con tanta información falsa o errónea? ¿A quién debe recurrir? ¿Cómo puede darse cuenta de que una fuente es confiable y otra no lo es?
Cuando me enfrenté a la menopausia y a un liquen escleroso vulvar, me costó mucho encontrar médicos que no solo estuvieran bien formados, sino que me trataran de manera integral. Me di cuenta de lo difícil que es encontrar soluciones reales y de calidad, y eso me llevó a obsesionarme con buscar a los mejores profesionales para ofrecer respuestas a tantas mujeres que pasan por lo mismo. Al final, cuando lo pasas mal, solo quieres ayudar.
Además, cuanto más informada estés, mejor podrás colaborar con tu médico para encontrar soluciones que realmente funcionen. La clave está en no aceptar menos de lo que mereces y asegurarte de que las decisiones sobre tu salud estén basadas en información sólida y personalizada.